Mecanismos fisiológicos del prurito y de la dermatitis alérgica en perros
El prurito (picor) y el rascado, son signos clínicos habitualmente asociados a enfermedades dermatológicas en los perros. El prurito se define como una “sensación desagradable que activa el deseo de rascarse”. Consiste en la percepción de una sensación originada por un estímulo. En cambio, el rascado (u otros comportamientos similares como lamido, mordido o frotado) es la reacción del organismo en respuesta a esta percepción. El picor agudo forma una parte importante del mecanismo de defensa del cuerpo, ideado para advertir de la presencia de elementos potencialmente nocivos en la piel, e inducir un comportamiento orientado a eliminar parte de los mismos (el rascado puede eliminar insectos, parásitos, elementos de plantas, etc. del pelaje o de la superficie de la piel). Sin embargo, el picor crónico y persistente no tiene un propósito útil para el perro; puede dar lugar a lesiones secundarias en la piel que pueden llegar a ser severas.
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