Dermatitis pruriginosa por reacción adversa al alimento
“Mona”, es una perra mestiza, de 2 años de edad y de 48 kg de peso, que se presenta en la consulta con una dermatitis pruriginosa persistente desde hace 1 mes.
El animal vive en un chalet con jardín. Su alimentación es a base de comida comercial (pollo y arroz) acompañada, en ocasiones, de golosinas para perros. Se le desparasita mensualmente para parásitos externos y cada 3 meses para parásitos internos. Los baños suelen ser mensuales y sus vacunas están al día.
El signo clínico inicial fue un enrojecimiento de la piel en costados y extremidades, acompañado de prurito que progresivamente ha sido más severo (en la actualidad intensidad 8 sobre 10).
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