Rigidez por descerebración y por descerebelación: Bases anatómicas de los signos clínicos
La espasticidad es un incremento de la resistencia ante movimientos pasivos de las articulaciones debido a un aumento en el tono muscular. El origen de esta situación es un desequilibrio entre las vías del sistema de neurona motora superior sobre los músculos extensores, de forma que los tractos excitatorios predominan sobre los inhibitorios. En animales domésticos las posturas de rigidez por descerebración y por descerebelación corresponden a signos clínicos de estos desajustes. La rigidez por descerebración consiste en una desconexión del cerebro con el resto del encéfalo y la médula espinal. El desequilibrio resultante culmina con una rigidez extensora de los cuatro miembros y opistótonos. El estado mental está muy disminuido y, en ocasiones, en coma. En la rigidez por descerebelación la alteración se localiza en el lóbulo rostral del cerebelo. La perturbación de las vías eferentes de la zona también causa un desequilibrio que se manifiesta con opistótonos y extensión de los miembros torácicos. En cambio, los miembros pelvianos están flexionados o extendidos y la cadera flexionada. El estado mental no se encuentra disminuido. Hasta el momento se desconoce la razón por la que el animal descerebelado presenta la cadera flexionada. El presente estudio consiste en una revisión bibliográfica sobre las bases anatómicas de las vías motoras que conducen a la aparición de estas posturas en animales domésticos. El objetivo general es, pues, analizar el desequilibrio que lleva a la sobreactivación o sobreinhibición de los tractos motores en animales domésticos y que culmina con espasticidad, mostrando especial interés a las aferencias excitatorias e inhibitorias.
Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.
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