Reflexionando... ¿cuántas pruebas innecesarias solicitamos?

Consecuencia de nuestra labor docente, observamos con preocupación una deriva en la labor clínica diaria en la cual se solicitan pruebas diagnósticas sin haber realizado previamente un detallado planteamiento diagnóstico.

No pretendemos abordar otras razones por las cuales se pueden realizar pruebas complementarias innecesarias o en exceso, caso de la práctica de una medicina defensiva, consistente en realizar procedimientos que tienen la finalidad de evitar conflictos o ulteriores reclamaciones en lugar de buscar el beneficio para la salud y seguridad del paciente, lo que puede constituir un conflicto ético y deontológico. Solo queremos incidir en aquellos casos en los que, por precipitación, por inseguridad o por desconocimiento del valor diagnóstico real de la prueba complementaria, solicitamos pruebas a mayores de las necesarias.

Este es por tanto un artículo de reflexión, de reflexión nuestra pero también de cada uno de los lectores, en el que básicamente pretendemos determinar dónde podemos mejorar en nuestra práctica diaria. Por ello, y con exclusivo afán constructivo, se incluyen algunos casos a modo meramente de ejemplo que muestran actuaciones muy comunes que posiblemente con un protocolo diagnóstico podrían ser mejoradas. Abordaremos cuestiones relevantes sobre el propio método de diagnosticar, la exploración del paciente, la selección de pruebas complementarias y su precisión diagnóstica, y el método de razonamiento clínico, entre otras.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos

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