Prótesis de cadera no cementada en cirugía veterinaria

La técnica del reemplazo total no cementado de la cadera canina fue introducida a partir de trabajos realizados en la Universidad de Carolina del Norte a principios de la década de 1990, como adaptación de la técnica ya aceptada en cirugía ortopédica humana. La carcasa metálica estaba provista de una superficie de osteointegración basada en cuentas soldadas (sinterizadas) a la superficie del implante para proporcionar una textura tridimensional que favorecía la integración ósea del implante. La copa también incluía una clavija antirrotacional anclada en posición craneal al acetábulo, evitando así la posible rotación de la copa antes de su integración. La técnica de implantación de esta cadera representó un cambio radical con respecto a la técnica empleada hasta entonces para las prótesis cementadas y requirió del cirujano una adaptación a la nueva tecnología con exigencias técnicas importantes. Los resultados clínicos fueron, desde los primeros estudios, muy favorables pudiéndose comprobar que la osteointegración de los implantes ocurría de manera rápida y predecible, con una tasa muy elevada de recuperaciones completas en estudios a largo plazo y una tasa muy baja de complicaciones. Desafortunadamente, esta primera cadera no fue comercializada y su uso clínico se limitó, durante la década de los 90, a un número limitado de facultades de veterinaria en EE.UU. 

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.

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