Manejo del dolor en la clínica aviar

Las aves no sólo perciben y reaccionan frente a estímulos dolorosos, sino que sienten dolor. El dolor siempre es subjetivo, siendo su componente emocional difícil de interpretar dada su escasa vocalización y signos tan poco manifiestos para evitar llamar la atención de los predadores. La incapacidad para comunicar el dolor no implica negar la posibilidad de que un individuo esté sufriendo, siendo necesario aplicar el tratamiento más adecuado que lo alivie. Se precisa reconocer las manifestaciones de dolor, agudo o crónico, identificar los signos o cambios de comportamiento correlacionados para poder diagnosticarlo, paliarlo y monitorizar la eficacia de la terapia aplicada. Resulta difícil asegurar que se está tratando adecuadamente si no lo se ha cuantificado antes y después de la medicación. La manifestación dolorosa depende de la especie, género, edad, estrés, condiciones ambientales y enfermedades concurrentes, siendo importante determinar el tipo de dolor: agudo, crónico, somático, visceral, clínico o neuropático.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos.

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