Epilepsia felina

Hasta hace una o dos décadas, se consideraba que la epilepsia idiopática no existía en los gatos. Se asumía que todos los gatos con epilepsia tendrían una causa subyacente, estructural, metabólica o tóxica. Sin embargo, más recientemente, se ha ido reconociendo cada vez más el concepto de epilepsia idiopática felina. La epilepsia idiopática parece ser más frecuente en gatos de lo que se consideraba anteriormente. En la mayoría de los estudios la epilepsia estructural es la forma más frecuente de epilepsia en gatos, reportándose, dependiendo de la localización geográfica, que la epilepsia idiopática representa entre el 30 % y el 60 % de los casos.

A diferencia de los perros, actualmente no hay pruebas de factores genéticos o hereditarios en la epilepsia idiopática de los gatos. Asimismo, a diferencia de los perros, no existen variables clínicas ampliamente aceptadas que puedan ayudar a diferenciar entre la epilepsia idiopática y la estructural en gatos. El diagnóstico clínico de epilepsia idiopática se basa en la presencia de dos o más crisis epilépticas en gatos con una exploración neurológica normal intercrítica, en los que no se ha podido identificar una etiología subyacente. Las crisis epilépticas focales y generalizadas ocurren con la misma prevalencia en gatos con epilepsias idiopática y estructural, por lo que identificar el tipo de crisis epiléptica no es útil para diferenciarlas. Las crisis focales complejas son frecuentes en gatos y se presentan a menudo como cambios agudos en el estado mental con movimientos faciales anómalos e hipersalivación.

 

Publicado en la revista veterinaria Consulta de Difusión Veterinaria dirigida a veterinarios clínicos de perros, gatos y exóticos

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